Hay manos de santo
Todos conocemos a nuestro fundador y orientador de la medicina ética y racional, Hipócrates. Nuestro padre creador decía no hay nada mejor que un masaje bien orientado buscando solo el verdadero beneficio: relajar una mente, tonificar músculos, articulaciones y activar el sistema nervioso.
Nuestras manos tienen el poder de convertirse en instrumentos con verdaderos poderes estimulantes, curativos y sedantes. Son esos dedos los que a nuestros músculos contraído y fatigados hacen que mejore el flujo de sangre y desaparezcan nuestros dolores de cabeza, lumbago o, simplemente, nos alivien.
Las manos de todos aquellos que sean capaces de lograr semejantes fines son, a nuestro parecer,
MANOS DE SANTO
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